Evolución del precio de una acción.

La forma más común de ganar (o perder) dinero en bolsa por medio de acciones es con su venta a un precio distinto del que se compró. Para prever la posible evolución del precio de la acción se suele utilizar una de estas dos aproximaciones: el análisis técnico o el análisis fundamental.

Elementos a tener en cuenta junto con el precio de la acción.
Un elemento a tener en cuenta cuando se negocia con acciones es que el beneficio o la pérdida no se materializan hasta que se realiza la venta. El hecho de tener acciones compradas a un precio en un momento dado en que tienen un valor superior no supone de por sí un beneficio si no se vende la acción. La frase “estoy ganando X con esta acción” sólo se convierte en un beneficio real en el momento de la venta de la acción.
Otro elemento a tener en cuenta cuando se negocia con acciones, es que el beneficio o la pérdida no dependen únicamente de la diferencia de precios entre el momento de la compra y el momento de la venta. Existen otros factores que se tienen que considerar para ver cómo ha sido de bueno (o de malo) el resultado de una compraventa de acciones:
  • Comisiones y gastos. Los gastos de compraventa y de mantenimiento de una acción son elementos que se deben tener en cuenta para limitar el beneficio (o incrementar la pérdida) real obtenido por la posesión de una acción durante un período.
  • Dividendos. Si durante el período que se posee la acción se reciben dividendos, aunque el precio de la acción permanezca estable puede haberse conseguido un beneficio de su posesión.
  • Aspectos fiscales. Tanto las ganancias como las pérdidas en la compraventa de acciones tienen repercusión fiscal. Esta repercusión tiene unos períodos y unas tasas que varían en función de la legislación vigente en el momento en el lugar en que se esté operando, pero en general habrá que tener en cuenta que las plusvalías son un beneficio a declarar y las minusvalías, en muchos casos, pueden usarse para compensar plusvalías reduciendo la fiscalidad.
  • Plazos. El tiempo que media entre la compra de las acciones y su venta es un factor que hay que tener en cuenta a la hora de considerar beneficios. Así, un beneficio de un 1% conseguido en una semana puede ser más interesante que un beneficio de un 10% conseguido en un año si se tiene la destreza para repetirlo más de diez veces en un año. A la hora de elegir qué acciones comprar, el plazo en el que se espera conseguir un beneficio tendrá mucha relevancia para la elección de la acción, ya que hay compañías y sectores que suelen acompañar a evoluciones del precio de las acciones más dinámica que otras.
Limitación de pérdidas.
Un aspecto fundamental a la hora de invertir es fijar de antemano cuánto estamos dispuestos a perder si la evolución del precio de la acción no es la esperada. Y en el caso de que en algún momento el precio de la acción baje respecto al precio de compra en el porcentaje fijado, es fundamental vender la acción. Esta venta tendrá pérdidas, pero limitadas. Es común la actitud de no querer aceptar la pérdida en el valor de una acción, y esperar al momento en el que éste suba, igual que antes bajó. El problema es que en muchas ocasiones el valor de la acción sigue bajando multiplicando la pérdida en el momento en que finalmente se decide la venta. 

Enlaces
        La evolución en el precio de los mercados.
        Cómo se gana dinero en bolsa.

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